Otro año más queremos agradecer vuestra participación con todas las historias que nos habéis enviado, y aunque no es posible ponerlas todas aquí, sí queremos compartiros las historias del segundo y tercer finalistas al premio a una vida de amor edición 2019
Deseamos y esperamos que las disfrutéis tanto como lo hemos hecho nosotros.
Segundos finalistas
José Gala Cordero y Josefina Abad Martínez
Esta es la historia de mis padres, Pepe y Fina.
Se casaron el 23 de septiembre de 1966, en la Iglesia de Ntra. Sra. de los Ángeles de Mislata (Vcia). Ya hemos celebrado sus Bodas de Oro, ¡fue muy emocionante!
Fruto de su matrimonio nacimos 6 hijos, los 4 mayores más seguidos (2 chicos y 2 chicas), después las 2 pequeñas, yo soy la 2ª, María José.
Mi madre dejó su trabajo para casarse (antes se hacía así) y formar una familia.
Recién casados le surgió un trabajo a mi padre en Castellón, y allí se fueron, nació Carlos y después yo. Entonces tuvo mi padre la oportunidad de cambiar a un trabajo mejor y volvieron a Valencia, a Quart de Poblet, y nació Fátima. Después, otra oportunidad de mejora laboral, hizo que nos trasladáramos a Silla, mi madre tuvo que sacarse el carné de conducir (pocas mujeres conducían, era el año 1972), vivíamos a las afueras, dentro del recinto de la empresa. Nació Guillermo. Fueron años muy felices, íbamos de camping con la caravana en verano ¡cuántas peripecias hemos vivido! suerte que la guardia civil nos ha socorrido alguna que otra vez, también éramos falleros en Mislata, con los tíos y el abuelo, recuerdo los disfraces sorpresa de papá para la cabalgata de cada año…
Pero llegó la crisis de los años 80, las cosas iban mal en la fábrica, y mamá se quedó embarazada de Rocío, empezaron los despidos y finalmente la fábrica cerró. Fue una época difícil, discusiones frecuentes entre ellos, y encima teníamos que irnos de la casa…
Con el finiquito, mi padre quería comprar una caravana y un coche nuevos pero mi madre dijo que había 7 bocas que alimentar, montaron una paquetería en Mislata, allí nos fuimos a vivir.
Mi padre tenía 40 años y le decían que era mayor en las entrevistas de trabajo, por fin encontró en Cheste…y un día, tuvo un accidente de tráfico yendo a trabajar, estaba muy grave, a mi madre le dio la noticia la guardia civil en la tienda, donde estaba con Rocío. Afortunadamente papá se recuperó. Esa etapa fue muy complicada, creo que fue entonces cuando hicieron el Fin de Semana de EM, criar a 2 adolescentes, 2 de edad intermedia y otra muy pequeña trabajando los 2…y entonces llega la noticia ¡mamá está embarazada de Bárbara. Otra vez hay problemas en el trabajo, hay días muy tensos, un día se llegó a ir mamá con Rocío al centro de Valencia, “a despejarse”. Nació Bárbara y un amigo de papá le ofreció trabajo en Barcelona, nos fuimos allí. Pero empezó a cobrar cada año menos, los 2 mayores estábamos en la Universidad, los otros 2 en FP y las pequeñas en el cole.
Pasamos épocas buenas y otras de mucha tensión, creíamos que se separaban, vinieron incluso los tíos, que también estaban en EM, desde Valencia para mediar entre ellos y decidieron seguir adelante. Papá se quedó sin trabajo finalmente y se volvieron a Valencia con los 4 pequeños.
Nos fuimos casando todos y ahora disfrutan de los nietos.
Actualmente mi padre tiene una enfermedad neurodegenerativa, se cae con cierta frecuencia, y es mi madre quien le atiende, a pesar de su osteoporosis y dolores de espalda.
Tiene 78 y 75 años, y aunque siguen discutiendo, me gusta mucho cuando les veo reírse juntos y gastarse alguna broma.
Mis padres son un gran ejemplo de que el AMOR EN LA PAREJA existe porque han luchado por su matrimonio y sus hijos.
Les quiero mucho.
Terceros finalistas
Jose Fernando Hernández Carrión y Conchita Guijarro Faubel
Nos conocimos en el año 1962 en Buñol, lugar donde vivía José Fernando, yo residía en León y al ir de vacaciones a Valencia, fui a pasar unos días con una tía en Buñol y ella nos presentó.
Salimos tres días, me enseñó los paseos y las fuentes del pueblo y yo regresé a León. Me pidió que nos escribiéramos.
Al llegar a León, le pedí permiso a mi madre para dar a José Fernando mi dirección y me lo prohibió. Le obedecí con gran pena.
Vuelvo al verano siguiente, año 1963, y al vernos de nuevo en Buñol, me entrega una caja (pensé que eran bombones) y cuando la abro habían 365 cuartillas que me había escrito y que no pudo enviarme.
Eran simplemente cuartillas en las que contaba lo que había hecho durante cada día. Esto bastó para robarme el corazón definitivamente. Ese mismo verano, durante las fiestas en Utiel, nos hicimos novios.
Nos regalamos un anillo en el que en la parte interior él lleva C XTO F y la fecha 08-09-63 y yo llevo F XTO C 08-09-63 incorporando a Cristo como testigo y compañero para toda nuestra vida y a la Virgen del Remedio, patrona de Utiel.
A partir de entonces comenzamos nuestro noviazgo epistolar durante cinco años hasta el día de la boda. Nos veíamos dos veces al año, José Fernando iba a León en Navidades y yo venía a Valencia en verano. Nos hemos escrito más de mil cartas cada uno, que conservamos.
Nos casamos en León el 23-12-1968, cuando terminó la ceremonia, pasamos por la Basílica de San Isidoro e hicimos el ofrecimiento de nuestro matrimonio como Tobías.
Fijamos nuestra residencia en Valencia, Dios nos ha bendecido dos hijos Fernando y Luís.
Hemos tenido prueba de fe muy difíciles: A Luis le diagnosticaron cáncer de hígado a los 4 meses, nos dijeron que moriría antes de Diciembre, sufrimos muchísimo y con un tratamiento en Madrid y nuestras oraciones a la Virgen del Remedio y a San Luis Bertran, la alegría llegó cuando a los 7 años, le dieron el alta y sin secuelas. Para nosotros fue un milagro.
Fernando en Doctor en Derecho, Economista y profesor en el Politécnico, está casado con Belinda y tienen tres hijos maravillosos, Nando, Belén y Miguel.
Luis es Economista y Gestor de un Fondo Ético con Impacto Social y Medioambiental. Ha entregado su vida a Dios en el Opus Dei.
Durante los cincuenta años nuestra relación personal ha ido cada vez a mejor. Es cierto que cambia la forma de querer, pero se quiere más conforme va pasando el tiempo. El secreto está en intentar mejorar y comprender al otro. Son fundamentales las tres palabras del Papa Francisco: Permiso, gracias, perdón.
Queremos subrayar que» es posible ser feliz en el matrimonio»
y animamos a los esposos jóvenes a ser valientes «no se imaginan lo que se pierden cuando rompen un matrimonio.»
Nuestro secreto está en «rezar e intentar ser buenos». Es una lucha diaria, la fe ayuda muchísimo, así como tener una meta y saber lo que quieres conseguir. Cuando surgen problemas, que los hay, es fundamental pedir ayuda a profesionales, orientadores familiares y director espiritual.
Con motivo de las boda de oro, viajamos a Roma y hemos asistido el día 17 de Diciembre de 2018, al cumpleaños del Papa Francisco, a la Misa que celebra en la Capilla de Santa Marta, y al finalizar conversamos personalmente con él, sintiendo una gran admiración y alegría al estar tan cerca de él, oír sus consejos, y
nos pidió que rezaramos por él y que hiciéramos rezar a otras personas el Santo Rosario por él.
Le regalamos un cuadro de San José con el niño Jesús en la carpintería, porque sabemos la grandísima devoción que le tiene a San José y para resaltar la santificación del trabajo. También le regalamos el libro escrito por Conchita titulado «La mujer, esposa y madre», reflexiones a la luz del magisterio de San Juan Pablo II sobre la mujer y el matrimonio.
Vale la pena vivir con auténtico amor en el matrimonio, para poder ser realmente felices y superar todas las grandes dificultades que la vida presenta y cada noche antes de dormir decir como el Beato Álvaro: Gracias, perdón y ayúdame más.
Confiamos durante el resto de nuestra vida permanecer unidos incrementado cada día nuestro amor.