Se trata del matrimonio formado por Daniel y Shelley Ee con el sacerdote Nathaniel Boy Gomez, que durante los 3 últimos años han coordinado el Secretariado Asiático como Equipo Eclesial en el Consejo Mundial.
Daniel y Shelley llevan casados 36 años y tienen 3 hijos. Dan es de origen chino y Shel es euroasiática. Asistieron al Fin de Semana en 1981. Durante 4 años fueron Coordinadores Nacionales de Singapur, hasta su incorporación al Consejo Mundial.
El Padre Nathaniel Boy Gomez ejerce su ministerio sacerdotal desde 2006 en la parroquia de San Antonio de Padua en Sibulan (Diócesis de Dumaguete), en la provincia Negros Oriental de Filipinas. Compagina su labor como responsable de Escuelas Educativas en el Consejo Pastoral de su diócesis con su servicio en Encuentro Matrimonial desde que asistió al FDS en 1986, hace más de 25 años. Antes de ser miembro del Equipo Eclesial Asiático, ejerció como Coordinador Nacional de Filipinas junto a Terry y Marnie Malicse.
«Daniel, Shelley y el padre Boy aportarán muchos dones a esta labor. Son líderes visionarios, que acompañan con dulzura y sabiduría«, han declarado Scott y Karen Seaborn y el padre Tom Ogg, el Equipo Eclesial de América del Norte, que colaboraron en el proceso de selección de los nuevos Coordinadores Mundiales.
Desde aquí les damos las gracias por su disponibilidad y les deseamos mucho acierto, cercanía y eficacia en su labor de liderazgo de nuestro Movimiento.
Encuentro Matrimonial comenzó su presencia en Asia hace 40 años. Este Secretariado se compone de Corea, Sri Lanka, Indonesia, Filipinas, Japón, Malasia, China, Singapur, Bangladesh, India, los Emiratos Árabes Unidos y Taiwan.
Enviamos también un abrazo agradecido al Equipo Eclesial que termina su servicio, Tony y Cathy Witczak con Emile Frische, del Secretariado Norteamericano, que han ejercido su labor con gran amor y sencillez durante estos últimos años.
En Encuentro Matrimonial se conoce por «equipo eclesial» a la unidad formada por un matrimonio y un sacerdote, que persigue en enriquecimiento de ambos sacramentos mediante el establecimiento de un nivel profundo de comunicación y alcanzando una relación cercana y comprometida.