En esta Navidad, todos estamos inmersos en una pandemia que ataca nuestra salud y acabar con la vida de muchas personas. La salud es un bien de gran valor para todos nosotros y cuidar la salud está en nuestras manos. Por eso, desde hace unos meses, hemos ido conociendo y poniendo en práctica toda una serie de cuidados para no contagiarnos, ni contagiar a los demás del virus.
Pero el virus no solo puede afectar a nuestra salud, también puede atacar nuestras relaciones. Sabemos que la pandemia puede estar minando nuestra relación de pareja, la relación con nuestros hijos, amigos, familiares y con aquellos que nos rodea. A la distancia social, al miedo a contagiar o contagiarnos, al aislamiento forzoso durante el confinamiento… ahora añadimos las restricciones previstas para esas fechas, que dificultan celebrar las fiestas con los que queremos, tal y como estábamos habituados. Así que, a diferencia de otros años, puede suceder que contemplemos la próxima Navidad con tristeza, preocupación y mucha incertidumbre. Sin embargo, así como protegernos del virus está en nuestras manos, cuidar la relación con los que nos importan también lo está. Incluso en esta Navidad. Así como la mascarilla, la distancia social y el lavado de manos son buenas herramientas para cuidar la salud contra el coronavirus, en Encuentro Matrimonial también ofrecemos herramientas para cuidar nuestra relación de pareja y con los demás. Porque es algo que a todos nos importa. Por ello os proponemos adoptar las siguientes actitudes en esta Navidad tan atípica:
1.No olvidar que lo que nos importa son las personas: Nos dimos cuenta durante el confinamiento. Echamos de menos algunas cosas, pero, sobre todo, el abrazo de nuestros mayores, la algarabía de los primos cuando juegan juntos, las reuniones con los amigos… Las comidas, los regalos, las costumbres están bien, pero sin perder el foco. Todo esto tiene sentido en la medida en que lo compartimos con los demás.
2.Necesitamos regalarnos tiempo y regalar tiempo: Hemos pasado un año duro, con mucha incertidumbre, cansancio, estrés, enfermedad, pérdidas…Estos días podemos dedicarnos a nosotros mismos un poco de tiempo de descanso. También podemos regalarlo a los que nos han echado de menos. Ellos no echaron de menos nuestros regalos, echaron en falta nuestra presencia a su lado. Estos días pueden ser la oportunidad de convertirnos en regalos para los demás.
3.Aprovechemos para comunicarnos con intimidad: Estar juntos físicamente es importante, pero aún lo es más decirnos aquello que temimos no poder decir. Muchas personas se fueron sin poder decirles a los suyos “os quiero”, muchos se fueron sin escuchar “gracias”. En estas fiestas, el fútbol, la política, las vidas de los famosos… pueden quedar aparcadas en nuestras conversaciones. Dejemos que el corazón hable esta Navidad.
4.Regalemos seguridad: Un nuevo artilugio de cocina, unas zapatillas para correr o el último modelo de auriculares se quedan pequeños frente a la seguridad de no contagiar a los que amamos. Es un fastidio llevar mascarilla dentro de nuestras casas, es difícil no abrazarnos y besarnos, y mantenernos distanciados nos resulta casi casi antinatural. Pero ese esfuerzo, ese sacrificio en, este año, una prueba de amor.
5.Seamos creativos: ¿Cómo regalar tiempo, hablar íntimamente o poner en el centro de nuestro interés a las personas, si tal vez ni siquiera podamos reunirnos físicamente? Es, sin duda, una cuestión que nos preocupa y que es motivo de inquietud e incertidumbre estos días. Pero… seamos creativos. Usemos la tecnología (video llamadas, WhatsApp…), pero también recuperemos los métodos tradicionales, esos que se hacían manualmente y encada detalle se veía una mano guiada por el cariño. ¿Quién no puede valorar una carta manuscrita, un motivo navideño cosido con mimo o un villancico navideño grabado por toda la familia y enviado a los que no compartirán mesa con nosotros? Este año es el año del coronavirus, pero también el de la creatividad, el de la imaginación y el de saltar muros que parecían infranqueables.
En Encuentro Matrimonial estamos convencidos de que el amor es el mayor regalo que nos pueden ofrecer y que podemos regalar. Cuidar lo importante es necesario. El ser humano necesita vivir en relación con otros… también en esta Navidad. Sobre todo, en esta Navidad.